Es normal que en verano con las temperaturas extremas se sobrecaliente el motor. Los expertos aconsejan revisar los niveles de líquidos, especialmente el de refrigerante, ya que este se encarga de controlar la temperatura del motor.
También es importante limpiar los conductos del vehículo que llevan agua al motor, porque el radiador es una de las piezas más importantes dentro del sistema de refrigeración.
Es aconsejable que el radiador esté limpio para que el sistema de enfriamiento no se bloquee y el aire circule, ya que durante el trayecto el radiador se puede llenar de insectos.
Debes saber que si conduces con el motor en altas revoluciones aumentará la temperatura y es nocivo para las juntas y las válvulas. Si quieres garantizar el buen funcionamiento del coche es muy importante estar pendiente de las indicaciones que aparecen en el cuadro de mandos.
Los profesionales de Mínguez explican que si notas que el indicador de temperatura del motor supera los 90º, para el coche, apaga el motor y deja que se enfríe.
Tampoco es aconsejable tener el aire acondicionado al máximo, porque exige al motor demasiado cuando todavía no se encuentra activo.
Durante las vacaciones, el vehículo ha tenido que soportar esfuerzos, así que debes tener en cuenta algunas recomendaciones para que el coche no falle con la vuelta a la rutina.
Es muy importante el buen funcionamiento de todos los elementos. Cuida el motor, después de las vacaciones revisa la lubricación de los cilindros y pistones del motor, la cantidad correcta del aceite, que no haya escapes de ningún compuesto, y que la calibración sea la adecuada para la entrada de aire y combustible.
También es importante revisar los neumáticos porque una presión inferior a la recomendada puede provocar frenadas más largas, una menor adherencia a la carretera y un consumo de carburante excesivo.
Sin embargo, si la presión es más alta de lo debido, disminuye el agarre y existe riesgo de reventón por sobrecalentamiento. Comprueba que los neumáticos no tengan grietas o golpes. Según la DGT la profundidad del dibujo debe estar por encima de 1,6 mm.
Revisa las cubiertas en busca de algún bulto o daño, aunque tampoco te puedes olvidar del estado de las válvulas. Es normal que con el paso del tiempo los neumáticos pierdan aire, mide la presión en todas las ruedas e ínflalas con un compresor portátil.
Comprueba la profundidad de las ranuras principales de la banda de rodadura. Si notas un ligero temblor en el volante al circular, conocido como «flatspot, es que la banda de rodadura puede tener deformaciones, debido a la presión constante del peso del coche sobre el mismo punto de apoyo. Si el tambaleo continúa transcurridos unos kilómetros, es recomendable que acudas al taller lo antes posible.
Para evitar que cualquier partícula o material se meta en el motor, limpia el coche por fuera a presión, haciendo hincapié en los bajos y con agua templada. Utiliza esponjas suaves y productos adecuados para que la pintura no se vea afectada.
Si no lavas el coche con regularidad, la pintura perderá brillo por el polvo y la suciedad. Se recomienda un lavado semanal. Los expertos explican que los rodillos de los túneles de lavado pueden provocar arañazos.
Evita lavar el coche a pleno sol porque los productos detergentes pueden dejar marcas en la pintura. Si quieres que la pintura dure lo máximo posible, evita aparcarlo expuesto al sol, porque el coche perderá el color original.
La revista motor.es informa que «si eres de los que no tiene más remedio que aparcar en la calle, entonces puedes protegerlo con una funda que lo cubra o con ceras protectoras que suelen aplicarse al menos dos veces al año. Estas cerca crean una capa protectora que permite al barniz y a la pintura resistir mejor los rayos ultravioleta. Esto como prevención. Pero si el daño está hecho, lo único que podemos hacer es pulir o repintar».
La sal que se emplea para derretir la nieve también estropea la pintura. Si el coche ha transitado por zonas en las que hubiese sal o arena, es fundamental que laves bien el vehículo.
Incluso, las defecaciones de los pájaros pueden causar desperfectos en la pintura porque contienen ácidos. Te recomendamos que para eliminar los restos de las defecaciones utilices una esponja que contenga jabón de pH neutro.
Hay que hacerlo cuanto antes y con suavidad. Para evitar que los residuos rayen la pintura es importante que remuevas con cuidado. ¡Para actuar con rapidez, lleva una botella de agua y una gamuza en el vehículo!