Lo leemos constantemente, la palabra SEO, esas siglas tan importantes para determinar la posición de una web en los buscadores. Su traducción viene a decir optimización para motores de búsqueda. En realidad, se trata de un conjunto de procesos destinados a mejorar la visibilidad de una página web en los motores de búsqueda, es decir Google, entre otros. Su objetivo final, conseguir un mayor volumen de tráfico orgánico.
Básicamente, el SEO, consiste en satisfacer las necesidades de búsqueda que tienen los usuarios, creando los contenidos que tienen mayor relevancia para ellos, con buena calidad y proporcionando la mejor experiencia de usuario que sea posible, algo que hacen muy bien nuestros amigos de WebCor.
Los procesos SEO, pueden llevarse a cabo tanto a nivel interno de la propia web como fuera de ella. De ahí sus dos categorías: SEO on page y SEO off page. A nivel práctico, el SEO, implica la búsqueda de palabras clave, la creación y optimización de contenidos, la optimización técnica y la generación de enlaces.
Que el posicionamiento SEO, se haya convertido en algo tan importante es debido a la cantidad de búsqueda que, a diario, hacen los usuarios de Google, entre otros. Miles y miles de millones de búsqueda continua de información y productos se realizan sin que seamos conscientes. No es extraño dado el caso que los motores de búsqueda, sean una de las principales fuentes de tráfico para las diferentes webs.
Para aprovechar todo el potencial de una página web, hay que aparecer en los primeros resultados de la búsqueda para las palabras clave objetivo de la búsqueda. La correlación que se establece es más que sencilla, cuanto más arriba aparece una web, más visitas recibirá.
Está demostrado que, el primer resultado orgánico de Google, tiene diez veces más posibilidades de recibir un clic que la página que se sitúe en la posición décima.
Los tres primeros resultados de la búsqueda, se reparten el cincuenta por cien de los clics. Aquí, es donde entra a jugar el SEO. La optimización para los buscadores, desempeña un papel fundamental para el posicionamiento, puesto que se traduce en mayor tráfico para la web. Al mismo tiempo, más tráfico implica nuevos clientes y mejor reconocimiento de la marca.
En resumidas cuentas, descuidar el SEO, significa descuidad uno de los canales de tráfico con mayor importancia, confiriendo ventaja a los competidores.
La mayoría de las páginas web obtienen los resultados de búsqueda en base a dos tipos: los de pago y los orgánicos. En el primer caso, hay que pagar por tener esa posición, eso se hace a través de la publicidad y lo que se denomina, pago por clic o PPC. En el segundo caso, el posicionamiento se “gana” mediante el SEO.
Algunos se preguntarán porque no pagar y olvidarse del asunto. Sencillamente, la mayoría de los usuarios, ignoras los anuncios y pincha en los resultados orgánicos. El SEO, requiere más tiempo, esfuerzo y recursos, pero una vez se posiciona la web con las palabras clave objetivo, se llega a más usuarios y se genera un tráfico pasivo que no desaparece cuando dejas de pagar.
Entendiendo los motores de búsqueda
Para entender el SEO, hay que saber cómo funcionan los motores de búsqueda. El principal objetivo de los mismos, es que los usuarios queden satisfechos con los resultados obtenidos en su búsqueda. Para lograrlo, tienen que relacionar las mejores páginas y ofrecerlas como los primeros resultados de las búsquedas.
Aunque tomemos como referencia el más popular de todos (con diferencia), existen más buscadores que Google y sus fundamentos en SEO son similares. Aun así, veamos los pasos que sigue Google para encontrar y posicionar el contenido.
En primer lugar, hace un rastreo. Mediante el uso de “bots” o programas informáticos, concebidos para rastrear internet y buscar páginas nuevas o actualizadas, Google encuentra una página que al menos, tiene un enlace que la señale.
A continuación, analiza cada página e intenta comprender de que trata para hacer una indexación. Con la información almacenada en el índice de Google, pasa a formar parte de la enorme base de datos de páginas web existentes.
A partir de ahí, cuando el usuario introduce la consulta de lo que desea encontrar, Google ofrece una serie de resultados, tras determinar cuáles son las mejores y más adecuadas para la búsqueda realizada, tanto a nivel de calidad como de relevancia.
La misión de un propietario de páginas webs, es ayudar a los motores de búsqueda a rastrear e indexar todas las páginas que quieran que sean rastreadas. Para garantizar esa rastreabilidad e indexabilidad de las webs, es necesario realizar una serie de acciones y buenas prácticas. Eso de lo que venimos hablando durante todo el artículo: el SEO técnico.
Una vez sabemos cómo hace Google para encontrar y posicionar las páginas webs, ha llegado el momento de ver como se seleccionan detenidamente los primeros resultados y cuál es el verdadero papel de SEO en todo el proceso.
Cómo funciona el SEO
Los procesos que utiliza Google para posicionar las páginas, son relativamente complejos. Conocidos como algoritmos, estos, tienen en cuenta un gran numero de factores de posicionamiento para decidir donde debe posicionarse cada página en particular. No es necesario saber como funcionan los algoritmos de búsqueda, de hecho, nadie lo sabe al cien por cien, salvo el que los crea.
No obstante, lo que si hay que saber es cuales son esos factores básicos que pueden ayudar a comprender como funciona el SEO y cuales son los necesarios para optimizar el posicionamiento web en Google.
Así, el principal objetivo en el SEO, debería ser asegurar un contenido que resulte relevante. Sencillamente, Google, tiene como objetivo mostrar a los usuarios esos resultados relevantes. En este sentido, la relevancia va más allá de mostrar páginas sobre perros y no sobre gatos, cuando alguien introduce la palabra perros en el buscador. Igualmente, trata de satisfacer la intención de búsqueda, lo que viene a ser, la razón por la que se utiliza una consulta concreta.
Existen cuatro tipos de intención de búsqueda: navegacional (ejemplo: inicio de sesión en Gmail); informativa (ejemplo: ¿qué es Gmail?); comercial (ejemplo: reseña sobre Gmail); transaccional (ejemplo, Gmail premium).
Puesto que Google hace todo el trabajo duro, lo que tiene que hacer el propietario de la web es mirar los resultados de la búsqueda y analizar los mismos. En función de ello, hay que tener en cuenta unos aspectos clave para crear contenido relevante:
- La relevancia temática, Google determina el tema de la web fijándose en las palabras clave.
- El tipo de contenido, hay que asegurar que la página ofrece el tipo de contenido adecuado para la consulta, observando en los resultados las palabras clave.
- Colgar contenido actualizado, siempre que la información que se incluye sea sensible al paso del tiempo.
- La ubicación es otro de los factores que Google tiene en cuenta. Ofrece resultados diferentes en función de la ubicación desde la que se hace la búsqueda.
En resumen: las palabras clave o Keyword, son la columna vertebral de cualquier estrategia de SEO. Ayudan a identificar los temas que busca la audiencia para poder dirigir el contenido relevante a ella.
Se pueden utilizar programas que identifiquen las palabras clave objetivo y el contenido necesario para satisfacer la intención de búsqueda y, trabajar en base a los resultados.
Una vez, dispones de esas palabras clave, hay que crear contenidos de calidad para posicionar cada término. La creación de contenidos y su optimización, son dos piezas fundamentales del SEO.
Algunos de esos elementos clave que hacen la diferencia entre uno contenido de calidad y uno mediocre son la exhaustividad, la originalidad, las señales E-E-A-T (Experiencia, Conocimiento, Autoridad y Fiabilidad) y la legibilidad.
Con la investigación de las palabras clave y estos aspectos presentes, es momento de crear el contenido adecuado. Aunque es difícil medir la calidad del contenido, existen herramientas que pueden ayudar. Estas, analizan el contenido en función de la legibilidad, el SEO, la originalidad y el tono de voz, para sugerir mejoras.
A parte de estos contenidos de calidad y un buen SEO, hay que ofrecer una buena experiencia de usuario, es decir, una buena usabilidad. El SEO técnico, desempeña también un papel relevante en este sentido. Además de garantizar la rastreabilidad y la indexabilidad de la web, asegura que la misma, cumple con las normas de usabilidad. En este aspecto se incluyen factores como la seguridad del sitio, la velocidad de las páginas, la compatibilidad con el móvil y la facilidad de uso.
La mejor manera de comprobar estos aspectos, y el rendimiento general de la web, es haciendo una auditoria que determine los errores posibles con la finalidad de poder corregirlos lo más rápidamente posible.
Hay que tener presente que los motores de búsqueda utilizan señales off-page para determinar la confianza que ofrece un sitio web. Una de las señales más potentes son los enlaces de otras páginas que señalan a una web en concreto.
Por último, matizar que, Google, posiciona páginas, no webs, analiza de forma individual la autoridad de las páginas, el número de enlaces, influye en el posicionamiento. Por lo que hay que asegurar que las páginas más importantes, tengan suficientes enlaces apuntando hacia ellas.