Desde que se configuro el primer método para medir el tiempo, este ha evolucionado continuamente. Tanto es así, que si no contamos con un reloj que nos marque las horas, no sabríamos en qué momento del día nos encontramos.
Lo último en tecnología son las pulseras y smartwatch que podemos encontrar en una inmensa mayoría de muñecas a lo largo y ancho del planeta. Eso es evolución, por supuesto e innovación. Podría decirse que el sumun de la relojería se encuentra en este tipo de dispositivos que interaccionan de forma brutal con el poseedor del mismo y otros tantos dispositivos. Sin embargo, la innovación sigue presente en la relojería más purista.
Lo convencional sigue presente en nuestras vidas y muñecas. Cierto es, que pese a las mil funcionalidades y opciones que ofrecen los distintos modelos de smartwatch existentes en el mercado, para muchos, la elegancia y distinción que aporta un reloj convencional, no tiene precio. De eso mismo, hemos charlado con los amigos de Joyería Lorena, la innovación en la relojería convencional.
Las joyerías, saben bien de lo que hablan cuando se habla del tiempo encapsulado de un reloj. Si bien es cierto que las ventas de pulseras se disparan dentro de un sector concreto de la población, otro segmento se mantiene fiel al reloj de pulsera que no interfiere en tu existencia.
En el mundo de la relojería, centrarse en la estética del reloj no es lo único. Los amantes del tiempo, buscan algo más allá de la mera presentación. No en vano, los expertos relojeros, gozan con la simplicidad de algunos mecanismos y la belleza del movimiento de sus agujas.
Para comprobar las innovaciones de los relojes convencionales, vamos en primer lugar a conocer un poco más, los mecanismos, de los mismos.
Mecanismos del reloj
Los mecanismos de un reloj, llamados movimientos por los expertos que los crean, son de tres tipos: mecánico, automático y de cuarzo. Seguro que a todos nos suenan estos términos.
En la actualidad, el mecanismo más utilizado es el de cuarzo. Los relojes de cuarzo, se alimentan mediante una batería en lugar del tradicional juego de engranajes o resortes. La corriente eléctrica de la batería hace que la pieza de cuarzo vibre con una frecuencia precisa. Esa frecuencia es el tic tac del reloj. El mantenimiento y la sencillez de estas piezas, los convierten en accesorios livianos y simples en comparación con sus predecesores.
Todavía se fabrican modelos de movimiento automático. Este tipo de relojes, marcan las horas en función del movimiento de la muñeca. El rotor que llevan en su interior, gira al girar la muñeca dando cuerda al resorte. La energía que se almacena mediante el movimiento, permite que este tipo de relojes siga funcionando con precisión durante un largo periodo de tiempo, sin que sea necesaria una carga por parte del usuario.
Aunque ya solo valorado por coleccionistas y fanáticos devotos, los relojes dotados con movimiento mecánico, son sin lugar a duda, esas piezas de coleccionista que a todos gustaría poseer, aunque solo fuera para ver la belleza y complejidad de su mecanismo.
Para hacer funcionar estos relojes, solo hay que darles cuerda mediante la tuerca que embellece su esfera. Cierto es que en algunos momentos el engorro de que se te pare el reloj y se te olvide darle cuerda, puede ser contraproducente en estos tiempos. Pero sin duda, el tic tac de uno de estos relojes puede trasportarte a otra época. Los intrincados y complejos mecanismos, nos dan una idea de lo que venía siendo la innovación en siglos pasados.
Por difícil que parezca, debido a la digitalización frente a la era analógica, en el mundo del reloj convencional, también existen algunas novedosas innovaciones.
Innovación analógica
Algunas de las marcas de relojes más conocidas, han seguido trabajando en sus relojes convencionales para evitar el declive absoluto de estas piezas. Para amantes de la tecnología analógica, hablamos de los últimos movimientos del reloj.
En primer lugar, encontramos el mecanismo Kinetic. Seguramente que a muchos les suene de tiempo atrás, no en vano, el primer prototipo de relojes que incluyen este movimiento, se remonta a finales de los ochenta. Actualmente los diseños con movimiento Kinetic, aúnan innovación tecnológica y la mejor calidad, siendo sinónimo de respeto al medioambiente, alto rendimiento y gran durabilidad.
Este tipo de movimiento se basa en la conversión de la energía cinética producida por el movimiento de la mano, en la energía eléctrica necesaria para hacer que funcione el reloj. Los más modernos, cuentan con un pequeño acumulador de litio que almacena la energía como si de una batería recargable se tratará. Su precisión no tiene nada que envidiar al movimiento de cuarzo.
Sin duda uno de los avances e innovaciones más significativos en el sector de la relojería, es el desarrollo del primer reloj que cuenta con un GPS solar. Mediante el GPS el propio reloj es capaz de identificar las zonas horarias del planeta y adaptar su hora cuando se expone a la luz solar. Cuando el reloj se queda sin luz, almacena la última hora registrada y vuelve a actualizarse al comenzar un nuevo día. Sin duda, una tecnología más que interesante para los amantes de lo analógico.
Otro movimiento que no ha caído en desuso, sino que ha evolucionado en los últimos tiempos, es el radiocontrolado. Estos relojes, cuentan con un receptor de ondas de radio incorporado. Es capaz mediante esas ondas, sincronizarse automáticamente. La hora se sincroniza diariamente, así como detecta el cambio horario de invierno y verano o el del mes. Además, en caso de no poderse conectar a una frecuencia de radio, funciona con la precisión de un reloj de cuarzo.
Aunque la tecnología digital siga avanzando de forma exponencial en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, en algunos sectores, todavía apuestan por la innovación analogía. El reloj es una clara muestra de ello. Su venta no decae, su producción tampoco y por supuesto, siempre habrá quien siga buscando nuevos mecanismos para dar vida a estos relojes y que nunca, se detenga el tiempo.