En la década de los cincuenta del siglo pasado, la enfermera Jones trabajaba en una sala de enfermos crónicos en un hospital psiquiátrico. A su regreso se dio cuenta que sus compañeras, ya no atendían a los pacientes con el mismo interés. Jones intentó motivarlas, pero no lo consiguió. La enfermera tenía que ocuparse de los enfermos y sintió el rechazo de sus compañeras. Se dio cuenta que cuanto peor se sentía, peor trabajaba, y comenzó a faltar en el trabajo. Con ayuda de un psicólogo consiguió superar su caída emocional y profesional.
La historia de la enfermera Jones, publicada en 1953 en Psychiatry: interpersonal and biological processes, es el primer caso de ‘burnout’. Este síndrome es un «producto de un estrés laboral que no se ha resuelto ni manejado exitosamente» explica la psicóloga Paloma Rey. «Puede degenerar en un trastorno debido a los efectos dañinos en la calidad de vida de las personas que lo padecen», añade.
El doctor José Antonio Flórez Lozano, catedrático de Ciencias de la Conducta en la Universidad de Oviedo, es autor del primer libro que se escribió en España sobre el síndrome de ‘burnout’, también conocido como el síndrome del agotamiento, del estar ‘quemado’. «Es un reconocimiento merecido a una realidad descrita hace tiempo y que muchos profesionales -sobre todo sanitarios, pero también policías, docentes, bomberos o periodistas- están sufriendo», explica el doctor.
Un cuarto de siglo después, «el tiempo te da la razón en que esto no es, como se dijo, una moda pasajera. Al contrario: va en aumento», añade Flórez Lozano. El Colegio de Médicos de Barcelona informa de que uno de cada tres médicos sufrirá este síndrome. En 2022 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pasado a considerarla como enfermedad laboral.
Este espaldarazo «dará mayor visibilidad a algo que se ignora en bastantes ocasiones en nuestra sociedad, que son las reacciones emocionales que nos hacen sufrir y enfermar», cuenta Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) y catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
En Berkeley, la psicóloga Christina Maslach explicó que hay seis problemas que pueden hundirnos: trabajar demasiado, trabajar en un entorno injusto, trabajar con escaso apoyo social, trabajar con poco margen de acción, trabajar a favor de valores que odiamos, o sentirnos poco recompensados como el sueldo o el prestigio.
Síntomas
Este síndrome produce síntomas psíquicos y físicos que son los siguientes:
-Tensión en los músculos.
-Estrés.
-Ansiedad.
-Dolores de cabeza y/o estómago.
– Presión alta.
-Tristeza.
-Problemas para dormir.
-Cambios en los hábitos de alimentación.
-Dificultades sexuales.
-Agotamiento físico y psicológico.
-Agresividad.
-Irritabilidad.
-Sentimiento de fracaso
– Desmotivación.
-Sentirse poco valorado
-Dificultad para concentrarse.
-Problemas para comunicarse con los compañeros.
-Impaciencia.
Fases del ‘burnout’
–Fase de ilusión: El empleado comienza con el trabajo con ilusión y con una actitud positiva.
–Fase de desilusión o estancamiento:
Sigue teniendo ilusión, pero existe un desequilibrio entre las demandas laborales y sus expectativas. El empleado comienza a trabajar más horas sin cobrarlas, pierde la ilusión y empieza a tener problemas con los compañeros.
-Fase de frustración: El trabajador siente ansiedad y fatiga.
–Fase de apatía: Trata a los compañeros con frialdad, además, tiene depresión y está muy agresivo.
-Fase de desesperación: En esta fase encontramos sentimientos de fracaso, por lo que puede recurrir a las drogas, juego y alcohol.
Tratamiento
Este síndrome se puede solucionar con algunos cambios organizativos en la empresa o que el trabajador pida ayuda a un psicólogo. Es aconsejable ponerle remedio ante los primeros síntomas.
Ventajas del registro de la jornada laboral
Los profesionales de timenet explican que es muy importante cumplir con la legislación vigente, ya que desde hace cuatro años las empresas tienen que registrar las horas de entrada y salida de los trabajadores, y que los empresarios deben de tener en cuenta la distribución eficiente de horarios para evitar el burnout laboral. Trabajar demasiado puede provocar el síndrome de ‘burnout’, por eso es muy importante el registro laboral. Además, mejora la productividad porque los trabajadores disfrutan de los periodos mínimos de descanso.
Acaba con la explotación laboral, ya que se ha comprobado que el número de horas extras no remuneradas bajó de forma significativa, sin embargo, el número de horas pagadas subió. Los empleados que teletrabajan también deben registrar sus horas de teletrabajo, porque sólo necesitan un móvil, ordenador o tablet con conexión a Internet. Otro de los beneficios es que los empleados pueden acceder a la información, para constatar que los pagos se corresponden con las horas trabajadas. Con el sistema de fichaje todos los empleados cumplen el horario y trabajan las mismas horas. Además, el departamento de Recursos Humanos sabe en qué áreas se encuentran los empleados.
